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chófer, confidencialidad, deontología, honorarios, investigador privado, LINCOLN LAWYER, nicho de mercado, prescriptores, reglas, secretaria, trabajo en equipo
Suena “Ain’t No Love in The Heart of The City”. No, no es la versión de Whitesnake, es la que grabó Bobby “Blue” Band, Sencilla y efectiva. Como el resto de la película.
Basada en la novela de Michael Connelly y protagonizada por Matthew McConaughey, estas son las diez claves de nuestro primer abogado “de cine”:
1.- Tiene una oficina mínima
El protagonista, abogado especializado en derecho penal, se desplaza de una sede judicial a otra, de calabozo en calabozo, en su Lincoln negro conducido por un chófer.
De ahí el título en inglés de la película que, sin embargo, en español se tradujo como “El inocente”. Supongo que en ello algo tuvo que ver que en la matrícula aparezca la mención “NTGUILTY”.
El coche le sirve, además, de oficina móvil: atiende llamadas, revisa expedientes… Aprovecha, en definitiva, los tiempos muertos que suponen tener que ir de un sitio para otro.
A la vez, cree en el tele-trabajo: su secretaria atiende y despacha llamadas desde su casa.
No le hace falta un despacho lujoso, lleno de estanterías de libros y muebles de maderas nobles.
Lo dicho, menos es más, simplicidad y economía de medios.
2.- Está especializado (nicho de mercado)
A este abogado lo buscan porque es especialista reputado en su materia. De hecho, su cliente está podrido de dinero: tiene un abogado de postín, de los de-toda-la-vida, con un bufete “de influencia” que sin embargo no puede o no se atreve a llevar el caso porque solo se dedica a “asuntos inmobiliarios”.
3.- Sabe negociar sus honorarios
Con su colega, el de los asuntos “inmobiliarios”, cierra el precio hora (500 dólares), un anticipo de 100.000 dólares, más otros importes que devenga según fases procesales; y, en cuanto a los recursos,… en ese caso se reserva la negociación para más adelante. Vamos, de libro.
4.- Sabe cobrar sus honorarios
No hay más que ver cómo se las gasta en el calabozo con el motero moroso:
– “Regla número uno: pagas o no curro”.
– “Tengo tu dinero…”
– “Exacto. Lo tienes tú, no lo tengo yo. He mirado en la lista de las personas de fiar y tú no estás en ella”.
– “Según la Ley, no puede dejar el caso, lo he mirado…”
Y a continuación le da una buena lección al motero, y, de paso, al resto de la pandilla de la Harley.
5.- Se procura ingresos recurrentes
A lo mejor suena cínico pero, desde el punto de vista empresarial, es impecable: clientes adictos a la cocaína, conductores ebrios… Si son reincidentes en el delito; por tanto, volverán a marcar su número de teléfono.
Él les llama clientes “asiduos” y sabe hacerles descuento (atentos a la última escena de la película).
6.- Tiene una red de prescriptores
Por si acaso, en los sitios clave tiene ojos y oídos que le pueden mandar clientes. Por ejemplo, el agente de la condicional. Acuerdo de gano-ganas: tú llevas el caso y yo me encargo de la fianza.
7.- Trabaja en equipo
Chófer, secretaria y hasta investigado privado. Eso sí, al cliente se le deja claro desde el primer momento: “sus honorarios se unen a los míos”.
8.- Sabe que todo el mundo cuenta
Aunque no recuerde bien el nombre del alguacil, nunca se olvida de mandarle un detalle por Navidad.
9.- Conoce las reglas del juego (y no solo las de las salas de vista)
– “¿Sabe, jefe? Le habría ido muy bien en la calle”
– “No jodas… ¿Y dónde te crees que estoy?”
Además de la “ley de la calle”, respeta el código deontológico (“el cheque me lo tiene que dar Ud., no su madre, porque Ud. es formalmente mi cliente”) y la confidencialidad (cuando le llaman al coche el chófer se tiene que poner los auriculares con música).
10.- Conoce el poder de los medios de comunicación social
Para saber por qué lo digo sólo hay que ver cómo se las gasta con el cámara que graba en la puerta de los juzgados, ese que vende los reportajes a la TV local.
Pero para ello tendrás que ver la película. Y es que este post no pretende ser un spoiler: estas notas las tomé solo con lo que sucede en los primeros quince minutos.
“Ain’t no Love…, no hay amor en el corazón de la ciudad”.
Que la disfrutes, buen fin de semana.