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Ahí van mis diez claves para ser un abogado eficaz:
1.- EL ABOGADO EFICAZ SABE IMPROVISAR Y ADAPTARSE. DEDICA HORAS A LA FORMACIÓN Y RECICLAJE
«¡Somos silenciosos, somos rápidos, somos mortales!” “Me pagan por improvisar, por adaptarme, por vencer” (Sargento de Artillería T. Highway en “El Sargento de Hierro”)
El talento se entrena.
Ningún atleta, músico, genio científico u hombre de negocios ha conquistado el éxito sólo a base de suerte y talento. Ni siquiera Mozart.
La regla de las 10.000 horas sostiene que, para alcanzar el máximo rendimiento, se requiere el equivalente a unas tres horas de práctica por día durante diez años.
Los Beatles iniciaron su carrera en bares nocturnos de Hamburgo, donde tenían que tocar ocho horas de corrido todas las noches para un público cambiante. Lo hicieron durante 270 noches antes de 1964, el año de su primer éxito (Malcom Gladwell – “Fueras de serie”).
La improvisación se trabaja y se prepara: se deja lo menos posible al azar.
Y nunca olvides los planes alternativos: el plan “B”, el “C” (mira si tiene letras en el abecedario).
Si vienen las musas, que me pillen trabajando (Picasso)
2.- EL ABOGADO EFICAZ CUIDA SU APARIENCIA Y LA DE SU DESPACHO
Cuida la apariencia, cuida los detalles y eso va desde la ropa que viste hasta el despacho.
Si habla como un abogado, viste como un abogado y camina como un abogado, entonces será un abogado
El buen profesional no defrauda las expectativas.
Es de cajón cuidar la ortografía (por eso se nos llama “letrados” ¿no?) y la oratoria.
Y cómo no, tiene que estar más atento -si cabe- a la comunicación no verbal que, como es sabido, supone el 55% de cada mensaje, por encima de las palabras (el 7%) y de la voz (38%).
3.- EL ABOGADO EFICAZ RESPETA LAS NORMAS, LAS LEYES PROCESALES, LOS PROTOCOLOS Y LA DEONTOLOGIA
No se trata de ser un santón o un pardillo; es una estrategia a corto y largo plazo que evita problemas: está todo estudiado; es seguir el consejo de los que nos han precedido en la profesión más antigua del mundo.
En caso de duda, es más fácil equivocarse por “innovar” en este aspecto profesional, con consecuencias que pueden ser fatales.
4.- EL ABOGADO EFICAZ TRABAJA LA PROACTIVIDAD Y LA RETROALIMENTACION
Se adelanta a los problemas antes de que aparezcan.
Estudia el fracaso; siempre se aprende más de una derrota que de una victoria.
Pasa cuestionario de satisfacción, evalúa su trabajo y el de sus compañeros, proveedores, colaboradores.
Y no olvida la regla de que “una queja de un cliente es un tesoro”.
5.- EL ABOGADO EFICAZ FIJA CON CLARIDAD LOS HONORARIOS
Un cliente no se puede convertir en un contrario, ni derivarlo a un caso en una jura de cuentas.
Antes de trabajar, conviene fijar unas normas, cumplirlas y hacerlas cumplir.
6.- EL ABOGADO EFICAZ OBSERVA LOS PLAZOS, TRABAJA CON PUNTUALIDAD. GESTIONA SU TIEMPO
Los plazos procesales son improrrogables.
Sobre todo los que se les aplican a los abogados, puesto que los tribunales tienen manga ancha para fijarse ellos mismos sus señalamientos. Nosotros no tenemos esa capacidad.
Hay que estar en alerta permanente frente a los ladrones de tiempo.
La puntualidad es la cortesía de los reyes.
Aprovecha las herramientas: aprende a usar la agenda, los mapas mentales, las listas de chequeo…
Recuerda lo que dicen de nosotros:
«¿Por qué el abogado se lo deja todo para el último día (de plazo)? Porque si tuviera uno más de gracia se lo dejaría para el siguiente».
7.- EL ABOGADO EFICAZ NO DA NUNCA NADA POR SUPUESTO, LO PONE EN DUDA TODO
Así evitamos sorpresas.
Prepara juicios con cliente, testigos y peritos.
Ellos no saben de qué va esto, ni lo damos nunca por supuesto.
Jamás dice eso de que “este juicio está ganado”. Ni siquiera después de celebrada la vista.
Conozco un abogado, buen amigo mío, que al salir de la sala de vistas se apostó el brazo a que el juicio lo había ganado…
Si no llega a ser porque ganó la apelación, ese abogado ahora mismo estaría escribiendo este post como Cervantes.
8.- EL ABOGADO EFICAZ DA MAS POR MENOS
Siempre hay que dar más de lo que se espera, superar las expectativas.
Y eso va desde el caramelo en recepción, primer detalle a la entrada, a lo que llamo “servicio postventa”: no basta con ganar una sentencia; indica a tu cliente, por ejemplo, los trámites derivados de reinscribir una finca, las consecuencias fiscales; regala asesoramiento adicional… no está incluido en el encargo pero el cliente no lo va a olvidar.
Precisamente por eso.
9.- EL ABOGADO EFICAZ CUIDA LA CLIENTELA, LOS CONTACTOS Y EL NETWORKING
Se aprende bien los nombres de pila, “el sonido más hermoso”.
Practica la escucha activa.
Ejercita el “músculo” de la paciencia.
Atiende con cortesía y empatiza con el cliente.
Pero…
Un cliente no tiene por qué ser un amigo; un abogado no confunde conceptos, establece barreras y líneas rojas que no deben traspasarse.
Me encanta cómo contesta El Sr. Lobo en “Pulp Fiction”, después de que le feliciten por su trabajo (“Bueno, pero no empecemos a chuparnos las …, todavía”)
10.- EL ABOGADO EFICAZ VIVE EN LA PERPETUA INSATISFACCION
El entorno es cambiante, siempre hay que plantearse el porqué de las cosas, si se pueden mejorar procesos, si se pueden hacer de otra manera; el abogado eficaz siempre busca la excelencia y está en la mejora continua.
Si no tienes implantado ya un sistema de gestión de calidad orientado a la satisfacción del cliente procúrate, al menos, algo similar.
Y para finalizar, a modo de resumen, me quedo con una cita de Oscar Wilde:
No soy lo suficientemente joven como para pensar que ya lo sé todo