Etiquetas
CINCINATTI, CINCINATTO, DICTADURA, ESTADO DE ALARMA, PRÓRROGA, ROMA
¿Otra prórroga más para el estado de alarma?
¿Y qué tal si en lugar de quince dias pedimos un mes entero? Ya puestos…
En el año 458 a.C. la ciudad de Roma estaba rodeada por ejércitos enemigos. Entre sus ilustres vecinos («ciudadanos») destacaba uno que se llamaba Lucio Quinto Cincinatto, austero y de costumbres puras, que fue elegido para que dirigiera las tropas, otorgándole el cargo de dictador. Esto es, para dirigir las legiones con un poder absoluto.
Los representantes del Senado fueron a buscarle a su hacienda -donde estaba trabajando en su huerto- y él aceptó la toga roja: el símbolo del dictador.
En apenas dieciéis días, Cincinatto organizó las tropas y venció a los enemigos, entregando el cargo al Senado (la toga roja) y volviendo a su actividad agraria.
Cuenta la tradición que, años después, el Senado tuvo que volver a nombrarlo como dictador. Eso ocurrió en el año 439 a.C., y esta vez fue para defender la República de una traición, a lo que el bueno de Cincinatto respondió cumpliendo -de nuevo- a la perfección su cometido… y volviendo después a su huerto.
Su historia se ha venido recordando desde entonces, hasta el punto de que en Estados Unidos hay una ciudad que lleva su nombre -Cincinnati-, que, dicho sea de paso, también es conocida por tener una de las colecciones más grandes de arquitectura italiana del siglo XIX, o ser el lugar de nacimiento de Steven Spielberg o un tipejo como Charles Manson.
Tenemos un país en el que le pones una gorra a un aparcacoches y se cree mariscal de campo.
Como ya dije hace semanas, confío en mi gobierno porque es quien más información tiene. Y parece que los hechos le dan la razón: ha bajado el número de fallecimientos y de contagios.
Pero es lógico que se recele de una nueva prórroga para el estado de alarma, sobre todo cuando se pide nada menos que para ¡un mes! Dos quincenas de una tacada.
Con un empujoncito mas, empalmamos con las vacaciones de agosto (parece que los que están a favor de cerrar los juzgados se van a salir con la suya).
Y «ya si eso», empezamos a hacer juicios en septiembre. Como los malos estudiantes.
Seguiremos antentos a la pantalla.